La Navidad de los tres cerditos:
Descripción: Los tres cerditos se preparan para festejar la Navidad, sin saber que van a contar con un invitado muy especial.
Personajes: Tim, Jim, Pim, Lobo
ACTO ÚNICO
En el interior de su acogedora casa de ladrillos, los cerditos Tim, Jim y Pim están preparándolo todo para pasar la Navidad. Tim cocina en el horno el pavo que comerán esa noche, Jim está terminando de decorar el árbol y Kim pone en la mesa algunos adornos navideños.
Tim: ¡Qué Navidad más bonita vamos a tener, hermanos!
Jim: Así es, desde que ese molesto lobo desapareció, este año ha sido estupendo.
Pim: ¿Y ustedes creen que vaya a volver?
Jim: Lo dudó, le dimos una lección tan grande al quemarlo mientras trataba de bajar por la chimenea, que no le han de quedar ganas de volver a meterse con nosotros.
Tim: Por si las dudas he atrancado la puerta. Y el fuego está encendido, ¡no sea que vaya a querer bajar por la chimenea de nuevo!
Pim enciende el tocadiscos y un agradable villancico inunda la casa.
Jim: Cielos, ¡me muero de hambre! Tim ¿será que ya está lista la cena?
Tim: Justo el pavo acaba de cocerse. A la mesa, vamos todos a cenar.
Pim: ¡Qué bien! ¡Feliz Navidad!
Los cerditos se sientan y se disponen a cortar el pavo, cuando alguien toca a la puerta.
Tim: ¿Quién será? No esperamos a nadie esta noche.
Los tres cerditos se levantan de sus lugares y caminan hacia la puerta.
Jim: ¿Quién es?
Lobo (voz fuera de escena): ¡Jo jo jo, Feliz Navidad! ¡Traigo regalos para todos!
Pim: ¡Es Santa Claus! ¡Abre la puerta!
Tim: ¿Estás seguro, Pim?
Pim: ¡Claro! ¿No ves que es Navidad? ¡Dile Jim!
Jim: Hay que abrirle, no querrás quedarte sin regalos, ¿o sí?
Tim se encoge de hombres, abre la puerta… y entra el lobo feroz vestido de rojo y cargando un enorme saco.
Lobo: ¡Feliz Navidad, cerditos! ¡Jo jo jo!
Cerditos: ¡El lobo feroz!
Rápidamente los cerditos agarran objetos para defenderse. Tim le pega con una sartén, Jim le da con una escoba y Pim le arroja un plumero. El lobo se queja y trata de protegerse con las manos.
Lobo: ¡Ay, ay! ¡No, por favor, no! ¡No me hagan daño que vengo en son de paz!
Tim: ¿Qué es lo que quieres, lobo?
Lobo: Vine a desearles una feliz Navidad y a disculparme por todos los inconvenientes que les causé este año. Lamentó mucho haber tumbado sus casas y tratar de devorarlos.
Pim: ¡Sí que fuiste malo, lobo!
Lobo: Lo sé, ¿y saben? He pensado mucho en mis acciones. Quiero cambiar y ser mejor el año que viene. Miren, les traje obsequios.
El lobo saca de su saco tres cajas envueltas con papel brillante y lazos, y se las entrega a los cerditos.
Jim: ¡Wow, que detalle!
Pim: Parece sincero… ¿qué dices, Tim? ¿Lo perdonamos?
Tim, el mayor de los cerditos, se queda pensando.
Tim: Está bien, todos merecemos una segunda oportunidad.
Lobo: ¿De verdad?
Tim: Siéntate, ¿quieres cenar con nosotros? Hay que dejar el pasado atrás.
El lobo y los tres cerditos se sientan a la mesa, listos para disfrutar de una hermosa Navidad.
Tim: ¡Qué Navidad más bonita vamos a tener, hermanos!
Jim: Así es, desde que ese molesto lobo desapareció, este año ha sido estupendo.
Pim: ¿Y ustedes creen que vaya a volver?
Jim: Lo dudó, le dimos una lección tan grande al quemarlo mientras trataba de bajar por la chimenea, que no le han de quedar ganas de volver a meterse con nosotros.
Tim: Por si las dudas he atrancado la puerta. Y el fuego está encendido, ¡no sea que vaya a querer bajar por la chimenea de nuevo!
Pim enciende el tocadiscos y un agradable villancico inunda la casa.
Jim: Cielos, ¡me muero de hambre! Tim ¿será que ya está lista la cena?
Tim: Justo el pavo acaba de cocerse. A la mesa, vamos todos a cenar.
Pim: ¡Qué bien! ¡Feliz Navidad!
Los cerditos se sientan y se disponen a cortar el pavo, cuando alguien toca a la puerta.
Tim: ¿Quién será? No esperamos a nadie esta noche.
Los tres cerditos se levantan de sus lugares y caminan hacia la puerta.
Jim: ¿Quién es?
Lobo (voz fuera de escena): ¡Jo jo jo, Feliz Navidad! ¡Traigo regalos para todos!
Pim: ¡Es Santa Claus! ¡Abre la puerta!
Tim: ¿Estás seguro, Pim?
Pim: ¡Claro! ¿No ves que es Navidad? ¡Dile Jim!
Jim: Hay que abrirle, no querrás quedarte sin regalos, ¿o sí?
Tim se encoge de hombres, abre la puerta… y entra el lobo feroz vestido de rojo y cargando un enorme saco.
Lobo: ¡Feliz Navidad, cerditos! ¡Jo jo jo!
Cerditos: ¡El lobo feroz!
Rápidamente los cerditos agarran objetos para defenderse. Tim le pega con una sartén, Jim le da con una escoba y Pim le arroja un plumero. El lobo se queja y trata de protegerse con las manos.
Lobo: ¡Ay, ay! ¡No, por favor, no! ¡No me hagan daño que vengo en son de paz!
Tim: ¿Qué es lo que quieres, lobo?
Lobo: Vine a desearles una feliz Navidad y a disculparme por todos los inconvenientes que les causé este año. Lamentó mucho haber tumbado sus casas y tratar de devorarlos.
Pim: ¡Sí que fuiste malo, lobo!
Lobo: Lo sé, ¿y saben? He pensado mucho en mis acciones. Quiero cambiar y ser mejor el año que viene. Miren, les traje obsequios.
El lobo saca de su saco tres cajas envueltas con papel brillante y lazos, y se las entrega a los cerditos.
Jim: ¡Wow, que detalle!
Pim: Parece sincero… ¿qué dices, Tim? ¿Lo perdonamos?
Tim, el mayor de los cerditos, se queda pensando.
Tim: Está bien, todos merecemos una segunda oportunidad.
Lobo: ¿De verdad?
Tim: Siéntate, ¿quieres cenar con nosotros? Hay que dejar el pasado atrás.
El lobo y los tres cerditos se sientan a la mesa, listos para disfrutar de una hermosa Navidad.
FIN
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